TOEIC, OET, TOLES… ¿Qué examen de inglés te abre más puertas_

TOEIC, OET, TOLES… ¿Qué examen de inglés te abre más puertas?

Cada vez que alguien nos dice que tiene “un nivel medio de inglés”, no podemos evitar preguntarle: ¿medio para qué? ¿Para ver Netflix sin subtítulos? ¿Contestar correos en una empresa farmacéutica? ¿Para defender un caso legal en un despacho internacional?

El inglés no es solo una lengua, es una herramienta profesional, y como toda herramienta seria, necesita acreditación. Hoy te vamos a hablar de tres exámenes que pueden cambiar tu carrera: TOEIC, OET y TOLES. Tres caminos distintos, tres puertas muy concretas… pero no todas te llevan al mismo sitio.

Y si estás pensando en dar el paso para certificar tu inglés profesional, quédate. Porque esto no es un artículo promocional ni un resumen de Wikipedia, sino una guía hecha para ti, escrita por alguien que lleva años entrenando a profesionales en inglés de empresa en Madrid.

De qué va este artículo (y por qué es diferente a lo que ya has leído)

Aquí no vas a encontrar tecnicismos vacíos ni listas sin alma. Vamos a bajar al barro: qué mide cada examen, en qué contexto te sirve, a quién le funciona y a quién no. Te vamos a contar lo que yo le diríamos a un cliente que nos contrata para preparar a sus equipos.

Hablaremos de:

  • Por qué TOEIC es el rey en oficinas, pero a veces no sirve para clínicas ni juzgados.
  • Cómo el OET te prepara para la vida real en un hospital, más allá de los verbos irregulares.
  • Qué tiene TOLES que enamora a los bufetes, y por qué no lo vas a encontrar en ninguna academia genérica.
  • Qué examen elegir según tu sector, tus objetivos y tu punto de partida.

Y, sobre todo, cómo no malgastar tu tiempo ni tu energía en certificaciones que no van contigo.

TOEIC, OET, TOLES: mismos nervios, distintos objetivos

TOEIC: El pasaporte corporativo que habla el idioma de las multinacionales

Imagina esto: acabas de terminar un máster, tu perfil encaja en una consultora internacional, pero te piden un “nivel de inglés acreditado”. Aquí entra el TOEIC (Test of English for International Communication). Suena técnico, lo sé. Pero es, en esencia, un test para saber si puedes trabajar en inglés en un entorno de oficina sin volverte un ocho.

Qué mide TOEIC:

  • Entender emails, informes, anuncios internos.
  • Escuchar conversaciones entre compañeros, llamadas o reuniones.
  • Vocabulario de negocios (pero accesible).

Dónde sirve:

  • Empresas internacionales, sobre todo en Asia y Europa.
  • Selección de personal.
  • Promociones internas que requieren inglés real.

Lo mejor:
No necesitas saber escribir ensayos académicos ni debatir sobre Shakespeare. Solo saber defenderte bien en inglés de oficina. Se puede preparar en semanas, con estrategia.

OET: El único que te prepara para atender pacientes

Si trabajas en sanidad y quieres ejercer fuera de España, el inglés genérico no te vale. Imagínate tener que explicar a un paciente lo que implica una biopsia, en inglés, en un hospital de Dublín. Bienvenido al OET (Occupational English Test).

A quién se dirige:

  • Médicos, enfermeros, fisioterapeutas, dentistas, veterinarios…
  • Que quieran trabajar en Reino Unido, Irlanda, Australia o Nueva Zelanda.

Qué evalúa:

  • Cartas de derivación a otros médicos.
  • Notas clínicas.
  • Escuchar a un paciente describir sus síntomas y responder con empatía y precisión.

Lo bueno:
Todo está contextualizado en situaciones reales de salud. No pierdes tiempo aprendiendo vocabulario que no usarás nunca.

¿Lo sabías?: países como el Reino Unido ya exigen OET como prueba oficial para homologar títulos médicos. Sí, por encima del famoso IELTS.

TOLES: El arma secreta de los abogados que quieren jugar en primera división

Si trabajas en el mundo legal, esto te interesa. Porque puedes tener un C1 y aun así no tener ni idea de cómo redactar una cláusula en inglés sin que parezca una traducción de Google.

TOLES (Test of Legal English Skills) es un examen diseñado para juristas que necesitan hablar el idioma del derecho anglosajón.

A quién le va como anillo al dedo:

  • Abogados que negocian contratos internacionales.
  • Despachos que trabajan con clientes globales.
  • Estudiantes de Derecho con ambición internacional.

Qué mide TOLES:

  • Comprensión de textos legales auténticos.
  • Redacción de cláusulas con lenguaje técnico.
  • Precisión terminológica (no vale poner “agreement” como sinónimo de todo).

La clave:
No se trata de saber inglés, sino de dominar el registro jurídico. Es lo que marca la diferencia entre sonar como un nativo o como un traductor barato.

¿Cuál te abre más puertas? Aquí va la comparativa

Vale, ya conoces los nombres. Ahora vamos a lo importante: qué pasa cuando eliges uno u otro. Porque, aunque todos son exámenes de inglés, la diferencia entre ellos es como comparar un fonendo, un maletín de abogado y un portátil de oficina. Todos son herramientas, sí, pero cada uno sirve para cosas muy distintas.

Empecemos con el TOEIC, que es algo así como el “todoterreno” del inglés corporativo. Si trabajas en una empresa, sobre todo en entornos multinacionales, esta certificación tiene un peso muy concreto: es el idioma que hablan los correos, las reuniones de seguimiento, las presentaciones internas, las negociaciones con proveedores… TOEIC no te prepara para hablar de literatura inglesa ni para redactar ensayos. Te prepara para moverte con fluidez en una oficina internacional. Por eso, en el mundo empresarial, es una de las más demandadas.

Luego está el OET, que va en una dirección completamente distinta. Aquí no hablamos de marketing ni de logística, sino de medicina, de salud, de personas. El OET te entrena para explicar tratamientos, escribir notas clínicas, comunicar diagnósticos y, lo más importante, entender al paciente con precisión y empatía. Si tu plan es trabajar como sanitario fuera de España —en Reino Unido, Irlanda, Australia o Nueva Zelanda—, este examen no es opcional, es clave. Además, muchos organismos lo consideran requisito obligatorio para colegiarte.

Y por último, el TOLES, que podríamos definir como el traje a medida de los abogados. Mientras otros exámenes enseñan inglés general o académico, TOLES entra de lleno en el lenguaje legal. Redacción de contratos, interpretación de cláusulas, correspondencia jurídica… Si trabajas o aspiras a trabajar en el entorno del derecho internacional, TOLES te coloca varios escalones por encima del resto. No solo demuestra tu nivel de inglés: demuestra que puedes hablar y escribir como un abogado del sistema anglosajón, y eso, en ciertos despachos, es oro.

Ahora bien, en cuanto a dificultad, hay matices. TOEIC es accesible si ya tienes una base, y con un buen entrenamiento se puede preparar en poco tiempo. OET requiere no solo inglés, sino conocimiento técnico de tu área médica, lo que lo hace más exigente. TOLES, por su parte, es denso y muy específico, y exige dominar el inglés legal a un nivel alto. No es para principiantes ni para quienes están «probando suerte». Es para profesionales que ya se mueven (o quieren moverse) en entornos jurídicos de peso.

En cuanto a reconocimiento, TOEIC es muy valorado en empresas de toda Europa y Asia; OET tiene aceptación oficial en sistemas sanitarios de varios países anglosajones; y TOLES brilla en el universo legal, sobre todo en despachos internacionales y departamentos de compliance.

¿La duración del certificado? TOEIC y OET suelen tener una validez de dos años, lo cual tiene sentido si pensamos en cómo puede evolucionar tu nivel de inglés con el tiempo. TOLES, en cambio, no caduca, lo que lo convierte en una herramienta sólida para incluir en tu CV durante años.

En resumen: no hay uno mejor que otro. Solo hay uno más adecuado para ti. Si tu vida profesional pasa por una oficina multinacional, TOEIC es tu pasaporte. Si te ves con bata blanca y estetoscopio en otro país, OET será tu mejor aliado. Y si tu sitio está entre leyes, cláusulas y negociaciones, TOLES es tu arma secreta.

¿Cómo elegir tu certificación de inglés ideal?

Primero, no empieces por el examen, empieza por tu objetivo. ¿Quieres un ascenso en tu empresa? TOEIC. ¿Te vas como enfermero a Irlanda? OET. ¿Quieres entrar en un despacho internacional? TOLES.
¿No sabes aún a dónde vas? Entonces tu prioridad no es el examen, sino la orientación.

Segundo: hazte una prueba de nivel con alguien que sepa. No hablamos de test online aleatorios, sino de evaluaciones reales con feedback de formadores especializados en tu sector. En Crack Business English lo hacemos con cientos de empresas. Y lo que descubrimos casi siempre es esto: el problema no es tu nivel, es que no estás entrenando lo que necesitas.

Tercero: prepárate bien o no te presentes. Esto no va de “intentar a ver qué pasa”. Las certificaciones que valen la pena no se improvisan. Necesitas simulacros, feedback, estrategia y contenido sectorial. Lo demás es tirar el dinero.

FAQ reales 

¿Cuál es el más fácil?
Depende de tu sector. TOEIC es más accesible para perfiles generales, OET y TOLES son específicos y más exigentes.

¿TOLES vale como C1?
No exactamente. No evalúa un nivel común europeo, sino habilidades legales en inglés. Pero un TOLES Advanced implica un dominio muy alto del idioma.

¿Sirve IELTS para empresas?
IELTS es más académico. TOEIC es mejor para entornos laborales.

¿Y si no sé cuál necesito?
Habla con un formador. En serio. Ahorra tiempo y decisiones mal tomadas.

No certifiques tu inglés, certifica tu futuro

Lo has leído entero. Eso ya dice mucho de ti.
Ahora viene lo importante: decidir si vas a seguir dando largas al inglés profesional o si vas a tomar una decisión informada.

Porque una cosa está clara: el inglés abre puertas, pero una buena certificación las desbloquea sin esfuerzo.

Si necesitas ayuda para encontrar la que te conviene, te esperamos en Crack Business English. No vendemos cursos genéricos. Te entrenamos para que certifiques el inglés que realmente usas en tu trabajo.

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