Te sabes el tema. Lo tienes todo preparado. Las diapositivas, impecables. La lógica del discurso, perfecta. Pero llega el momento y… el inglés. Esa sensación incómoda de tener que traducir en tiempo real lo que piensas. Esa voz que no suena como en tu cabeza. Esa inseguridad de no saber si están entendiendo lo que realmente quieres decir.
Y ahí es donde muchas presentaciones se desinflan. No por falta de ideas, sino por falta de entrenamiento. Pero ojo, esto tiene solución. Porque no se trata de ser nativo, ni de sonar como si hubieras crecido en Oxford. Se trata de sonar profesional. De convencer. De comunicar con seguridad. Y eso, como tantas cosas en la vida, se aprende practicando bien.
Lo que vas a encontrar aquí (y por qué deberías leer hasta el final)
Aquí vas a leer lo que pasa de verdad cuando tienes que hablar en inglés delante de jefes, clientes o desconocidos. Lo que se siente cuando la voz tiembla o la cabeza se queda en blanco. Pero también lo que funciona para superar eso:
- Las frases que salvan cuando no sabes cómo seguir.
- Lo que hace que te entiendan (y no sólo que te escuchen).
- Cómo presentar números sin parecer un Excel andante.
- Lo que el cuerpo dice cuando tú no hablas.
- Y cómo trabajamos todo esto contigo en Crack Business English.
¿La meta? Que dejes de pensar en inglés como una barrera y empieces a usarlo como lo que es: una herramienta más de tu carrera profesional.
Presentar no es lo mismo que hablar, y menos si lo haces en inglés
No basta con saber inglés. Hace falta saber presentarlo.
Hay quien habla inglés fluido y, aun así, se bloquea al tener que exponer una idea. Porque una presentación no es una conversación informal. Tiene estructura, tiene propósito y, sobre todo, tiene un público que espera claridad.
En inglés, eso se complica. Las frases no siempre fluyen como en español. Las bromas no se entienden igual. Las pausas pesan más. Y cada palabra mal dicha puede cambiar el sentido de tu mensaje.
Por eso, uno de los primeros ejercicios que hacemos con nuestros alumnos es dejar de traducir. Aprender a pensar la presentación directamente en inglés, con expresiones como:
- “Let’s dive right in.”
- “There are three key points I want to share with you.”
- “To wrap up, here’s what I’d like you to remember.”
El acento no es el problema. El problema es que no te entiendan.
No buscamos eliminar tu acento. Lo que buscamos es que, cuando digas «growth», no suene a «gross». Que «focus» no se confunda con palabras… problemáticas. Que «sheet» y «beach» no sean una fuente de malentendidos.
La buena noticia es que todo eso se entrena. Porque los errores no suelen estar en el idioma, sino en los automatismos. Y cuando los identificas, puedes corregirlos.
Cuatro pasos reales para mejorar tus presentaciones en inglés
Paso 1: Que tu pronunciación no te juegue una mala pasada
Empezamos con lo que más ansiedad genera: sonar bien. Y aquí no se trata de parecer británico, sino de sonar claro. Nos centramos en los errores más comunes entre hispanohablantes y los corregimos uno a uno.
Paso 2: Decir cifras sin parecer un robot (o un alumno leyendo en voz alta)
Cuando toca hablar de gráficos, proyecciones o ratios, mucha gente se pierde. Por eso entrenamos frases útiles que puedes usar sin pensar demasiado:
- “This chart illustrates the quarterly growth.”
- “As you can see, sales peaked in July.”
Y las repetimos. En voz alta. Hasta que suenan naturales.
Paso 3: El lenguaje corporal también habla (aunque tú no lo controles)
No solo entrenamos la voz. También entrenamos lo que tu cuerpo dice. Porque una buena postura, una mirada a cámara o un gesto acompasado refuerzan tu mensaje. Y eso se entrena, incluso online.
Tip que no falla: mira a la cámara, no a la imagen del interlocutor. Parece un detalle menor, pero cambia completamente la conexión visual.
Paso 4: El temido “Any questions?” y cómo no salir corriendo
Responder preguntas en directo es lo que más miedo da. Pero hay trucos. El “bridging” (redirigir la pregunta), el “clarification” (ganar tiempo), y frases como:
- “That’s a great point. Let me elaborate.”
- “Can I clarify your question before I answer?”
- “That’s outside today’s scope, but I can follow up after this.”
Las ensayamos hasta que dejan de dar miedo. Y empiezan a darte poder.
Lo que hacemos en Crack Business English
Te damos feeedback tras cada sesión
No hablamos de feedback genérico. Hablamos de informes donde te decimos: aquí fallaste la entonación, aquí te comiste una preposición, aquí tu lenguaje corporal te traicionó. Y aquí lo hiciste bien. Para que sepas por dónde seguir.
Simulamos tu entorno de trabajo, no uno genérico
Si trabajas en finanzas, te hacemos presentar datos financieros. Si eres arquitecto, te toca presentar proyectos. No se trata de practicar por practicar, sino de prepararte para lo que realmente haces.
Usamos material de verdad: pitches reales, TED Talks, presentaciones de empresa
Nada de fichas escolares. Usamos contenido real: grabaciones, documentos, presentaciones de empresas que ya lo están haciendo bien. Y los analizamos contigo.
Preguntas que suelen aparecer (y que respondemos sin rodeos)
¿Hace falta tener nivel avanzado para empezar?
No. Con un nivel intermedio alto ya podemos trabajar mucho. De hecho, muchos alumnos llegan con B2 y salen haciendo presentaciones que impresionan.
¿Me vais a corregir el acento?
Solo si interfiere con el mensaje. No buscamos que suenes a nativo. Queremos que suenes claro. Con tu estilo.
¿Qué pasa si me bloqueo durante la presentación?
Lo entrenamos. Porque el miedo escénico se supera con preparación. Y cuanto más ensayes situaciones reales, más natural te parecerá enfrentarlas.
¿Esto sirve solo para grandes ponencias?
No. Sirve para presentaciones internas, llamadas de Zoom, entrevistas en inglés, pitches rápidos… Lo adaptamos a lo que tú necesitas.
Presentar en inglés no es un lujo. Es una herramienta de crecimiento
La diferencia entre una buena carrera profesional y una excelente puede estar en una sola presentación. Una en la que supiste explicar, convencer y conectar. Y sí, en inglés.
No es cuestión de talento. Es cuestión de práctica. De repetir lo correcto. De escuchar a alguien que sepa dónde mejorar. En Crack Business English, eso es lo que hacemos. Y lo hacemos bien. Porque llevamos años viendo cómo cambia la expresión de nuestros alumnos después de la tercera sesión. Cómo pasan del miedo a la motivación.
Así que, si te toca hablar en inglés pronto, no esperes a improvisar. Y si no te toca aún, prepárate para cuando llegue.


