Puede que aún no lo sepas, pero el inglés jurídico ya no es solo una “habilidad extra” en el currículum. Hoy es una herramienta de trabajo diaria, una puerta que se abre (o se cierra) en función de tu dominio del idioma legal más hablado del mundo. Contratos, informes, correos entre despachos, arbitrajes internacionales, normativas de compliance… todo esto puede llegar (y llega) en inglés. ¿Lo entiendes? ¿Lo redactas? ¿Lo discutes con propiedad?
Spoiler: no basta con tener un B2.
En Crack Business English lo vemos cada semana: abogados brillantes que tartamudean ante un contrato de compraventa internacional porque “se perdieron en la cláusula de indemnity”. Juristas con experiencia que traducen “consideration” como “consideración” y se la juegan. Estudiantes que quieren preparar el TOLES pero no saben por dónde empezar. Si te suena, este artículo es para ti.
De qué va este artículo y qué te llevarás si lo lees hasta el final
No te vamos a vender humo. Te vamos a contar, con claridad y ejemplos, por qué el inglés jurídico es distinto, qué necesitas para dominarlo y cómo nuestros cursos están diseñados justo para eso. Si te interesa saber:
- Qué tiene el Common Law que lo hace tan… peculiar.
- Cómo evitar los errores típicos (sí, ese “liable” no era lo que creías).
- Qué nivel necesitas para entender un contrato real y qué estrategias funcionan de verdad.
- Qué es el TOLES y por qué deberías prepararlo ya.
…sigue leyendo. No hay fórmulas mágicas, pero sí un método probado con resultados.
El inglés legal no se improvisa: conceptos, trampas y estructuras que te pueden dejar fuera de juego
Más allá del vocabulario: piensa como un jurista anglosajón (sin dejar de ser tú)
El inglés jurídico no es solo una lista de términos. Es una manera distinta de estructurar la ley, de razonar, de escribir. Palabras como «trust», «consideration» o «tort» no tienen traducción directa. Intentarlo es como meter un triángulo en un círculo: acaba rompiéndose algo.
¿Un ejemplo rápido? “Consideration” no es lo que parece. No es cortesía, ni reflexión. Es un pilar del contrato en Common Law. Si falta, el contrato no vale. Así, sin más.
Common Law: cuando los precedentes mandan y los párrafos empiezan por la conclusión
En los países de Common Law (Reino Unido, EE. UU., Australia…), la lógica jurídica se apoya en casos anteriores. Por eso, al redactar un memo legal en inglés, primero das la respuesta y luego explicas el porqué. Nada de marear la perdiz.
Ejemplo real: redactar una «legal opinion» en inglés es empezar con “In our opinion, the clause is enforceable.” Y luego, construir el argumento. En nuestros cursos lo entrenamos con simulaciones y feedback en directo.
Campos que más te van a exigir inglés jurídico (sí, tarde o temprano)
Contratos (contract law)
Acuerdos, incumplimientos, indemnizaciones, cláusulas de terminación… lo típico que hay que entender antes de firmar algo gordo.
Derecho societario y mercantil
M&A, due diligence, pactos de socios, gobernanza… el mundo de las empresas se mueve (casi siempre) en inglés.
Derecho de daños (tort law)
Negligencia, responsabilidad, compensaciones. Si trabajas en civil o seguros, esto te interesa.
Propiedad intelectual
Patentes, marcas, copyright… y muchas siglas.
Laboral
Contratos de trabajo, despidos, cláusulas de no competencia. Cada vez más en inglés, incluso en empresas 100% españolas.
¿Y lo mejor? Que en nuestros cursos puedes enfocarte justo en el campo que necesitas. One-to-one, two-to-one, intensivos… como tú quieras.
Cómo pasar del “chapurreo legal” al dominio real
Paso 1: el nivel Foundation
Es como aprender a caminar antes de correr. Aquí pones las bases: vocabulario clave, estructuras típicas, comprensión de cláusulas sencillas. Ideal si ya tienes un B1 o B2 y quieres empezar con buen pie.
Paso 2: el nivel Higher
Aquí se pone serio. Redacción de documentos reales: cartas de reclamación, memorandos legales, informes. Feedback con lupa. Argumentación oral. Simulaciones con escenarios reales. Es el paso natural si ya estás trabajando con documentos en inglés.
Paso 3: nivel Advanced y preparación TOLES
Si ya trabajas en entornos bilingües o aspiras a puestos internacionales, este es tu nivel. Aquí afinamos: te preparamos para el TOLES (Foundation, Higher y Advanced) con material actualizado, exámenes reales y correcciones detalladas. No improvisamos: vamos al grano.
Detalles que marcan la diferencia (y que rara vez se enseñan)
Simulaciones de verdad (nada de role play de academia)
Imagina redactar una cláusula de exclusión de responsabilidad con presión de tiempo. Revisar un NDA con errores intencionados. Defender tu posición oralmente ante un partner. Eso hacemos en clase.
Material actualizado (porque el derecho cambia y el inglés también)
Usamos contratos reales (anonimizados), jurisprudencia de 2025, textos TOLES nuevos y documentos de uso profesional. No son ejercicios escolares. Son herramientas de trabajo.
Correcciones que afinan el detalle (hasta el último “shall”)
No es solo “esto está mal”. Es “esto está bien, pero en derecho se dice así”. Aprenderás cuándo usar «shall», «must», «may» y por qué equivocarte ahí cambia el sentido legal.
Preguntas frecuentes: respondidas como debe ser
¿Hace falta tener un nivel C1 de inglés general para empezar?
No. Con un B2 puedes avanzar perfectamente. Lo importante es que estés dispuesto a trabajar en serio. Y para eso estamos nosotros.
¿Sirve aunque no trabaje en un despacho internacional?
Claro. Hoy, hasta en oposiciones, procesos de selección o asesorías locales se valora (o exige) el inglés legal. No es solo para quien viaja.
¿El TOLES es difícil?
Lo es si no te preparas. Pero con una buena guía, simulacros y correcciones específicas, es asequible. Nosotros lo hemos comprobado con decenas de alumnos.
¿En qué se diferencia un curso general de inglés para abogados de uno como el vuestro?
En la profundidad, el enfoque y los profesores. Aquí no hay ejercicios genéricos ni profesores que no saben lo que es un “injunction”. Nuestros formadores son nativos con experiencia legal real. Y eso se nota.
Cierra el navegador, abre tu carrera: es hora de formarte en inglés jurídico
No hay atajos, pero sí hay caminos. Y uno muy claro empieza por decidir que tu nivel de inglés ya no puede ser una excusa. Si quieres firmar contratos sin miedo, leer cláusulas con criterio, defender tu postura con autoridad y trabajar en entornos internacionales sin que te tiemble la voz, el momento es ahora.
En Crack Business English hemos acompañado a decenas de abogados, juristas y estudiantes como tú. Gente que venía con dudas, con bloqueos, con inseguridad. Y que hoy se mueve con soltura en el lenguaje legal anglosajón.
Porque el derecho, en 2025, se habla (también) en inglés.


